Taller Español Iupi

Este blog fue creado para publicar los trabajos del curso 3003 sección 707 de la Profa. Santiago.

Monday, November 30, 2015

Cuando llueve...

ejercicio#8: Utiliza las técnicas de escritura descriptiva (objetiva, subjetiva, estatica y dinamica) en un escrito cuyo comienzo sea: "Cuando llueve..."

Cuando llueve...

          Cuando la llueve se respira tranquilidad, uno cae en estado de paz. La primera gota cae suave y lentamente se siente ese rico olor a lluvia que refresca a todo la naturaleza. Del sonido se emana un suave murmullo que acompañado con el viento se convierte en un cántico adormecedor. La brisa te da masajes en la cara y hace que tus poros salgan del frío. Te recuestas a apreciar esta obra maestra de nuestra madre naturaleza en primera fila y comienzas a recordar esas lindas memorias almacenadas en tu mente y te ríes solo. La lluvia te lleva a este estado espiritual tan hermoso en el que no quieres salir jamás. Es como si te desintoxicara de todo lo malo que te puede estar ocurriendo y te lleva a reflexionar. 

Cuando todo acaba y la lluvia ha dejado ese rico olor a tierra “mojá” que combina casi mágicamente con el aroma del café. Ya la lluvia dejó de caer, es tiempo de volver. 

El llavero de abuelo.

ejercicio#6: Piensa en un objeto, persona o lugar que sea significativo para ti. Describe minuciosamente utilizando al máximo de tus sentidos corporales. Después en el segundo párrafo, narra una anécdota que este vinculada a lo descrito en el párrafo anterior.

                                                        El llavero de abuelo.

El llavero de abuelo, es un llavero antiguo, lleva mas de 11 años conmigo. Es un llavero en forma de carro de carreras. Es blanco con lineas que simbolizan los colores de la bandera italiana (verde y rojo). Tiene pequeños diseños en la ventanillas que aparentan ser garras de un animal. En el interior tiene una diminuta bombilla ya que también es una linterna. Tiene gomas ásperas y aros brillantes. Además tiene un olor a tienda de accesorios de carros que es un olor peculiar.  

El llavero me lo regalo mi abuelo cuando yo tenía como seis años. A mi abuelo le encantaban los carros de carreras, por eso siempre lo cargaba consigo. Me lo obsequió a mi para que yo también lo cargara y lo cuidara. Fue uno de los últimos regalos que me hizo ya que murió poco después. Me ha recordado a él desde que murió y hace que yo no me olvide de él ni de su imágen por eso es mi objeto más valioso, no por su valor monetario sino por su valor sentimental. 

El Velorio por Francisco Oller

ejercicio #7: Elige una pintura de tu predilección y descríbela de manera rigurosa y objetiva utilizando una de las técnicas de enfoque discutidas en clase.

El velorio por Francisco Oller
de Francisco Oller



 El velorio o El Baquiné es una pintura de Francisco Oller terminada en el 1893, representa una escena del velorio de un niño muerto en o antes de haber cumplido los siete años. La pintura contiene numerosos detalles que van a la par perfectamente a cómo se celebraban los funerales en Puerto Rico en el siglo XIX. En la pintura se puede observar que la casa en donde ocurre el velorio es de madera, no muy grande y de escasos recursos obviamente. De izquierda a derecha se pueden observar a las personas reunidas en cada rincón algunas celebrando, otras mostrando tristeza o llorando. Se pueden observar unos niños, uno jugando con un perro y otro en su cuna. También se observan a las personas amontonadas en el centro mirando al difunto niño que está puesto en una especie de corona de flores. En la parte superior de la casa se pueden observar varios alimentos colgando del techo como un racimo de plátanos, mazorcas y lo que parece ser un cerdo. Hay algunas personas tratando de alcanzar los alimentos mientras los demás están en duelo. Además, se puede llegar a ver un gato trepado en uno de los pilares de madera, mirando hacia abajo. De fondo se puede ver el hermoso paisaje y en el un árbol de tronco doblado y un hombre cabalgando, que ciertamente añaden mas realismo y calidad al trabajo de Francisco Oller.

Monday, November 9, 2015

Cuando llueve...

Ejercicio #7: Utiliza las técnicas de escritura descriptiva (objetiva, subjetiva, estática y dinámica) en un escrito cuyo comienzo sea: Cuando llueve...

Cuando llueve

Cuando la llueve se respira tranquilidad, uno cae en estado de paz. La primera gota cae suave y lentamente se siente ese rico olor a lluvia que refresca a todo la naturaleza. Del sonido se emana un suave murmullo que acompañado con el viento se convierte en un cántico adormecedor. La brisa te da masajes en la cara y hace que tus poros salgan del frío. Te recuestas a apreciar esta obra maestra de nuestra madre naturaleza en primera fila en esta función fascinante. Comienzas a recordar esas lindas memorias almacenadas en tu mente y te ríes solo. La lluvia te lleva a este estado espiritual tan hermoso en el que no quieres salir jamas. 
Cuando todo acaba y la lluvia ha dejado ese rico olor a tierra moja no quieres volver a la realidad, deseas quedarte apreciando aun mas todo. 

esperas a que todo termine como por arte de magia. Esperare con ansias la próxima llovizna. 

Lo que hace el hambre

Ejercicio #3: Unete a dos compañeros y cada cual saque un objeto. Ahora, procedan a redactar un cuento en cuya trama se vean utilizados los tres objetos que eligieron. La estructura del relato debe ser lineal. 

Epifanio como todas las mañanas salía de su casa con los audífonos puestos. Tenía hambre ya que se le olvido desayunar. Iba de camino a la universidad en Rio Piedras, cuando se estaciona y al caminar se encuentra a Pedro y se enteró de que le cancelaron las clases. Entonces Pedro le dice que fueran a la Monalisa en la Avenida Universitaria. Epifanio le contesta que no debe porque está ahorrando dinero. Esto era mentira, a Epifanio simplemente le quedaban veinte dólares a su nombre y no los debía gastar porque todavía faltaban dos semanas para que sus padres le dieran dinero otra vez. Pedro, con su buena labia, convenció a Epifanio a comer en Monalisa de todas maneras. Pedro le había prometido a Epifanio que lo estaba invitando a comer y esta fue la única razón por la que Epifanio acepto ir a uno de los restaurantes más caros de Rio Piedras. Cuando llegaron a Monalisa, decidieron sentarse adentro y Epifanio se removió las gafas al sentarse y se aseguró de que hubiese un enchufe para usar su cargador para cargar su teléfono
Epifanio no había ido a Monalisa anteriormente y quedo asombrado con lo que ofrecían. Pero Epifanio solo podio concentrarse en una imagen del menú. Era la pizza más deliciosa que había visto en su vida. En la imagen una mano cogía un pedazo y se veía como el queso luchaba para mantenerse pegadito. Se veía una nube de vapor sugiriendo la temperatura deliciosa y perfecta de la pizza. Los ingredientes adicionales eran tantos que Epifanio, cada vez que la volvía a mirar podía encontrar uno nuevo. Todos los tipos de carnes existentes y cocinadas a la perfección. Vegetales ambos salteados, con un brillo de mantequilla incuestionable, y crudos que al morderlos te satisfacen con un ruidoso “crunch”.
Cuando la mesera llego y les pregunto que querían ordenar Epifanio casi grito “La pizza beastmode”. En este este mismo instante se percató del precio de la pizza. La pizza, tamaño regular costaba veintiocho dólares. Epifanio rápidamente miro a Pedro y se empezó a disculpar cuando Pedro dijo “con dos cervezas Peronis por favor”. Epifanio se quedó incrédulo y cuando Pedro lo vio le dijo; “no te preocupes mi pana, lo mejor pa los mejores”. Epifanio se sentía mal pero cuando la pizza llego le dejo de importar. La pizza se veía deliciosa mil veces más deliciosa en la vida real que en la imagen. Epifanio subía un escalón hacia el cielo con cada bocado.
Después de que Epifanio y Pedro se comieron ese manjar llego la hora de pagar. Les entrega la cuenta y la cantidad total fue de cuarenta y ocho dólares con sesenta centavos. Epifanio y Pedro no les alcanzaba para pagar y decidieron fugarse sin pagar la misma. 
Dos días después del incidente, policías identificaron a Epifanio y a Pedro. Estos solo les dieron un susto e hicieron que lavaran los platos y limpiaran el restaurante por un día entero para cubrir lo que debían. Epifanio y Pedro aprendieron la lección y ahora comen sabiendo que pueden pagar por ello.